A Monza, en un 600

por **monica** Vie 10 Sep - 16:30

Entrar en el circuito de Monza es un juego de rol, donde no sabes lo que te espera después de cada rotonda, de cada incorporación, cuando una señal te dice lo contrario de la anterior y vuelta a empezar. Y cambian cada año, incluso cada día. Benvenuti amici, estamos en el Gran Premio de Italia. En el inmenso parque que acoge el circuito, Fernando Alonso intentó circular con disimulo a los mandos de un Fiat 500 rojo Ferrari, en homenaje a la Scuderia, que aquí juega de local. Iba tranquilo en la renovada versión del 600 hasta que los tifosi le descubrieron y cortaron la pista forestal. Pasión en positivo, no como en 2006, cuando en plena disputa del título con Schumacher -héroe ferrarista por entonces-, la llegada al circuito fue algo distinta, con gestos feos de los hinchas y pancartas vehementes contra el español, enemigo mutado ahora en ídolo, paradojas del deporte.
Pero ahora es la esperanza de los seguidores de una escudería convertida en la selección nacional de la Fórmula 1, con un arraigo por los coches rojos con el caballo negro, por encima de quien los pilote, difícil de comprender si no eres italiano. Muchos lo sienten como propio, como el club de fútbol de toda la vida o la Nazionale entregada ahora al renacido Cassano. De ahí la presión que siempre tiene Ferrari en Monza, donde brillar es obligación.
Aparece Alonso por primera vez vestido de rosso corsa ante sus nuevos aficionados, pero tras una extraña temporada lo hace en una situación que no esperaba, al límite, donde un paso en falso se convertiría el en adiós definitivo al título. Humo de fracaso repentino, en septiembre, que el español y los suyos quieren despejar con un domingo de primavera en Monza, para viajar a las citas asiáticas enganchado a la lucha por el Mundial.
Él todavía cree en sus opciones y le salen las cuentas. Quiere llegar a Abu Dhabi con cartel de aspirante y, por qué no, ganar la corona... y después esperar una pregunta de la prensa inglesa ya en habitual, tras las turbulencias de Hockenheim: '¿Fernando, es una victoria limpia?'.
El jueves en Monza la volvieron a lanzar, a raíz de la decisión de la FIA de dejar sin sanción deportiva a Ferrari por el baile entre Massa y el propio Alonso. Está bien, así se animan las habitualmente tediosas ruedas de prensa de la FIA... pero algunos esperamos que los mismos colegas pregunten a otros pilotos si es limpio ganar un título después de haber adelantado a un coche de seguridad o de haber empujado a un rival contra el muro o de haber chocado con su propio compañero... En fin, Fórmula 1 en estado puro, la historia habitual de este espectáculo de velocidad y riesgo que seguramente no encajaría en los esquemas del Baron de Coubertin, por si alguien no se había dado cuenta.